Cuanto
más se estudia al gato, más se desmonta el mito como animal
distante e indómito.
Muchos estudios sobre cognición están demostrando que los gatos reconocen las intenciones y emociones humanas como los perros.
Los amantes de los gatos siempre sostienen que los gatos son tan inteligentes y sociables como los perros.
Se ha demostrado que superan las mismas pruebas de inteligencia social.
Hay muy pocos estudios de la mente del gato en este sentido, porque se creía que los gatos no podían colaborar en los experimentos. Pero en los últimos años la cognición felina puede reconocer la intención de los humanos.
Una investigadora Kristyn Vitale, de la Universidad Estatal de Oregón, ha demostrado que el gato es capaz de identificar y dirigirse al objeto que una persona les señala. Durante años se creyó que tampoco eran capaces de compartir las ondas cerebrales humanas e interpretar nuestras señales. Sin embargo, Vitale ha demostrado cómo basta con que ella apunte con su dedo hacia su cuenco de comida para que Carl, el gato con el que experimenta, se dirija directamente hacia el lugar. En cambio, otros animales, incluidos los chimpancés no entienden que estemos señalando con el dedo.
Vitale anima a los trabajadores de los centros de acogida a trabajar las habilidades de los gatos para hacerlos más adoptables y a los dueños de felinos con problemas de ansiedad y otros trastornos sociales a reconducir sus conductas.
¿Sabías que los gatos prefieren interactuar con las personas en lugar de comer y jugar? Sabías que pasan más tiempo con aquellas personas que les prestan atención y les llaman por su nombre, son sensibles a las emociones humanas, y que tienen empatía con sus dueños.
Normalmente está extendida la idea de que los gatos son asociales o independientes y les dejamos hacer lo que quieran y no los socializamos. Esto puede ser un error en un gato que conviva con nosotros.
Los gatos se deben educar igual que a los perros
CRISTIANA MARTINS Especialista en terapia asistida con gatos dice: “estamos acostumbrados a dedicar tiempo a socializar y enseñar cosas a los perros, pero no a los gatos, porque partimos de la idea de que estos son más independientes, y les dejamos hacer lo que quieran; pero los gatos pueden aprender las mismas cosas que el perro si tienen una buena socialización”, Cristiana entrena gatos para que intervengan en actividades terapéuticas con personas.
Los gatos, como los perros, cambian su comportamiento en función a las emociones humanas de ahí que: “Por mi experiencia, la clave con los gatos es la socialización, trabajar desde cachorros que se impregnen de la presencia humana, que se dejen tocar, que acudan a la llamada y que sean dependientes tuyos, que te vengan a saludar, como los perros”
Por eso en Animal Puxula siempre recomendamos una socialización temprana para acostumbralos a el contacto humano, los gatos pueden acudir a la llamada, aceptar premios de la mano de cualquiera, dejarse cepillar, acostumbrarse a el ruido, a viajar...
Así que ya sabes no tienes excusa puedes socializar a tu gato y no dejar que haga lo que le de la gana.
POR ÓSCAR GUTIÉRREZ DE TORO.