Sabias que...la alimentación cumple con un papel importante en el proceso de la conducta de nuestro perro.
La comida en la gran mayoría de perros, actúa como un refuerzo positivo.
La educación alimenticia canina empieza desde antes que la perra de a luz al cachorro. Ya la madre transmite una serie de nutrientes que van a ir formando la conducta del perro incluso antes de que nazca.
El perro aprende a través de la alimentación desde antes de nacer hasta su muerte.
¿Cómo se desarrollan conductas de agresividad a través de la alimentación?
Evidentemente no solo se desarrollan conductas agresivas solo por la alimentación, pero si puede ser un precursor muy importante.
Una clave muy importante es la falta de triptófano (la hormona de la felicidad), que es un precursor de la serotonina (la hormona del sueño) Debido a que es un aminoácido esencial es necesaria su presencia en la dieta, ya que el organismo no puede sinterizarlo por sí mismo.
Con inadecuados niveles de triptófano en el cerebro aumenta o disminuye la producción de serotonina, esta es una sustancia clave para que haya un buen funcionamiento entre las neuronas. Además, de ser la hormona del bienestar e influir en el estado de ánimo, tiene estrecha relación con la saciedad (apetito), función cardiaca, dolor, etc. Por lo tanto, si conseguimos una dieta rica en triptófano podemos mejorar el comportamiento disminuyendo el estrés y mejorando el bienestar del perro.
El principal problema en la absorción del triptófano a nivel del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL (SNC) es que compite con otros aminoácidos en su absorción, siendo el resto los que primero se absorben allí. Esto hace que disminuya la capacidad de absorción del triptófano hacia el cerebro. Por ello, en algunos casos, recomiendan bajar un poco el % de proteína en la dieta cuando estamos suplementando con triptófano y queremos que haya una máxima absorción del mismo.
Si bajamos el % de proteína tendríamos que subir proporcionalmente alguno de los otros macronutrientes que participan en la ecuación (grasas o carbohidratos).
Otros factores como la inapetencia a la hora de comer, el miedo a comer una comida que le siente mal, alergias, intolerancias alimenticias...junto a la personalidad del perro, al ambiente y al entorno social puede hacer que nuestro perro sea agresivo, hace que el perro no se adapte correctamente.
En Animal Puxula siempre insistimos en dar una buena alimentación, que sea correcta para su edad, actividad física, y necesidades biológicas (raza, sexo, tamaño...)
Existen muchos trastornos de la alimentación que incurren con problemas de comportamiento, los relacionados con algunos problemas sesgos cognitivos negativos con un tipo depresivo. La obesidad, está relacionada íntimamente con la alimentación incorrecta, suele llevar a problemas anímicos medio y largo plazo.
Como la conclusión que se obtiene de estos estudios es que una incorrecta alimentación influye en estados anímicos que conlleva en muchas ocasiones a problemas de agresividad e irritamiento. Ya sabes la próxima vez que veas a tu perro irritable revisa la alimentación, podría darte una pista.
Una correcta alimentación es fundamental para una perfecta bioquímica del individuo.